Vengo del jardín de mi hija más pequeña, donde hubo un taller de Educación Sexual Integral.
Excedió mis expectativas largamente.
Resulta impresionante cómo se genera cierta confianza y las personas (madres y padres, en este caso) comienzan a hablar con soltura.
Lo más comentado fue la impresión de una mayoría de no tener las herramientas adecuadas para contestar concretamente las preguntas de lxs niñxs cuando se trata de sexualidad.