Hay dos peligros evidentes con tanta amenaza nuclear y tanta maniobra con submarinos lanzamisiles: el primero es que algún capullo le dé al botón que no es y lance lo que no debería lanzar. El segundo y peor aún, que alguien decida que ante tanta amenaza lo mejor es un ataque preventivo que neutralice al enemigo amenazante.
En cualquiera de los casos, el mundo podría irse a la mierda en cuestión de un par de horas, y luego los que sobrevivan se preguntarán cómo fue posible que sucediera.