Que los hombres tengan que quedarse obligatoriamente para luchar en una guerra que no es de clases, sino de intereses imperialistas, se llama patriarcado.
Ya habría que ser gilipollas para, siendo mujer, reivindicar jugar a soldaditos. Lo que me maravilla es que los hombres obligados a quedarse no huyan como puedan de ese conflicto. Aunque me consta que los más inteligentes lo intentan.