Debo confesar que en su momento, desde hace muchos años, fui defensor de Twitter y su uso sencillo dentro del grupo de mis amigxs. Con el tiempo me fui desilusionando de dicha red, por razones obvias de descomposición. Cada día se hace más insostenible la convivencia y el diálogo allí.
Cuando caí aquí por primera vez, en plena pandemia, lo primero que noté fue la amistad y la calidez con la que a unx lx reciben. Mi anhelo es que con la llegada de nuevos compas por acá desde aquella red social, la armonía y el respeto siempre sean ejes fundamentales en todas nuestras instancias. Y que cada vez nuestros diálogos se contagien de la alegría de dar y aprender.