Mastodon es la prueba de que la toxicidad de las redes no está en las personas, sino en los algoritmos y en las operaciones de inteligencia y manipulación de poderes interesados.
Los viejos que recordamos el viejo Tuiter, lo vimos degenerar a medida que las reglas se iban adaptando a la conveniencia empresaria, y la red se dejaba invadir por trolls y bots que simulaban ser personas reales con posiciones fanáticas y extremistas.
Mastodon es parcialmente inmune a eso, gracias a su estructura federada. Los discursos polarizantes se aislan en las instancias que los permiten, y no prenetran la red ni dañan su salud.
Es agradable ojear un rato la federada de mastodon.la, es notablemente sana, a pesar de que acá practicamos la política "moderame la chota", que consiste en dejar que cada uno hable de sus rollos y resuelva sus propios problemas.