Es increíble que sea el lenguaje inclusivo lo que está siempre en el centro del debate del puritanismo lingüístico.
Nadie ataca a los calcos, los anglicismos, los neologismos ni nada del estilo.
Hay gente que no sabe distinguir "haber" de "a ver" luchando en las cruzadas de la ortografía y la gramática y esgrimiendo el estandarte de Reverte como si significara algo.
No hay que darle más vueltas, es que no les mola la gente trans.