En la época de Bush el gobierno federal pretendió tener acceso al historial de lectura de los ciudadanos en las bibliotecas públicas.
Hubo un heroico movimiento de resistencia por parte de los bibliotecarios, del que no vas a leer en ningún libro ni Netflix hará ninguna serie.
Veinte años después, todos los gobiernos de todo el mundo compran regularmente a data brokers los historiales de navegación, de salud, y de compras, de millones de ciudadanos.