Las hormigas invasoras se encuentran entre las especies más destructivas del mundo. Pueden alterar gravemente los ecosistemas y son responsables de la pérdida de especies de hormigas nativas, pero también generan un coste económico. Trastocan las cadenas tróficas, modifican los ciclos de nutrientes o disminuyen la polinización. Además, impactan de forma directa sobre actividades humanas: afectan a la producción agrícola, dañan infraestructuras o ponen en peligro la salud pública. #naturaleza