Podría escribir en la quietud de la noche mil cosas, todas sin sustancia y sin embargo con intención. Porque tal vez la búsqueda de la sustancia, eso que tanto perseguían los alquimistas no es más que la intención, el aprovechar que se está vivo para emprender, buscar el toque, la sensación, la puesta en práctica y escribir tan sólo sea la puesta en escena, que muchas veces queremos vestir de más cuando, de hecho, es bella, la palabra, desnuda. Sirva esto de inicio de un nuevo #Cicely