Recordamos sus efemérides, destacamos sus vidas, ensalzamos sus luchas, proclamamos sus victorias, lloramos sus ausencias, pero se nos olvidó mantener su lucha, no permitir ni un retroceso en sus -que serían también nuestros- avances, y vengar sus muertes precipitadas y violentas... Ellos chispa y mecha, nosotros la mano que la apaga con sumisión e indiferencia.