1. Empiezan a destaparse ollas. Rusia puede estar perdiendo algunos pocos kilómetros, pero está ganando en el frente informativo.
La retórica de los ucranianos héroes y un Zelenski líder quedaron ya muy atrás. Se empieza a hablar fuerte de nazismo, de Bandera, de los excesos, de todo lo acontecido de 2014 para acá.
Y si los alemanes tienen esta certeza sobre Estados Unidos (país que no es precisamente antiestadounidense ni de lejos), imaginen el resto de Europa.