El 14 de diciembre de 1975, en los llamados "Acuerdos de Madrid" entre España, Mauritania y Marruecos se alcanza un acuerdo mediante el cual España abandona sus responsabilidades sobre el territorio del Sahara y los dos países restantes se lo reparten, quedando el pueblo saharaui vendido a su suerte, en contra de las resoluciones de la ONU que urgen a descolonizar y conceder la autodeterminación del Sahara. Mauritania firmará un acuerdo de paz con el Frente Polisario en 1979, renunciando a sus derechos sobre el territorio saharaui. Sin embargo, Marruecos se anexionó la parte mauritana.