Literalmente las vacaciones son para llorar.

Esto no viene a ninguna necesidad, pero si llega por leve casualidad. La cuestión era como matar el tiempo, y la idea era obviamente hacerlo de la forma mas sana posible, o sea en base de lectura.

No se si incluso decidí escoger el peor libro novela que me podría caer en mano, pues todos tenemos sendos recuerdos de las historias leídas.

El caso es que apenas estamos en las primeras páginas y ya notamos un nudo en la garganta, si sabíamos que ibamos a recordar entonces el recuerdo hizo acto presencia como quien llega con un bastón y hace un golpe autoritario en el suelo como presencia.

Pero lo mas duro fue al terminar la primera parte, esa que da introducción al resto de libro donde te deja con la eterna pregunta abierta, donde ves el potencial del personaje que había dejado tantos tiempo en segundo plano. Este revive en tu mente como si tal cual amigo, compañero e inseparable persona (no personaje) que comparte las mejores ideas posibles, y estalló las lágrimas (estallé en lágrimas).

¿Como es posible? ¿Por que es posible? ¿Cuando es siempre posible? No lo se, ni puta idea, ni me importa. Pero me alegro mil.