"El rey negro está indefenso y las blancas ganan la partida"
¿Pero qué me cuentas, alma de cántaro? El rey negro no está indefenso. De hecho está tanto o mejor protegido que el blanco. Lo que ha pasado de verdad, y no te has dado ni cuenta, es el tremendo error de amenazar la dama con el alfil cuando este está desprotegido. El analizador de Lichess (que es una máquina que sí sabe de ajedrez), me lo señala claramente
(sigue)