Hasta hace un par de años, bastaba mencionar que pedían existir razones para atender a los problemas masculinos, para que te saltara al cuello la horda de feministas de pelo azul tratandote de nazi chupacirios y llorón incel y no sé cuántas cosas más.
No me molestaban esas militantes de la turba, siempre se trató de mujeres poco inteligentes y llenas de inseguridades respecto de su aspecto, sus capacidades y su rol en la sociedad.
Me molestaban los que, incluso viendo lo excedido del planteo y lo completamente fuera de lugar que estaban las agresiones, las secundaban en el linchamiento. Oportunistas que se plegaban a la irracionalidad por interés.
Hoy que la ultraderecha está cosechando en todo el mundo los frutos de la polarización que intencionalmente provocó, las primeras no llegan a darse cuenta de que siempre fueron marionetas. Los segundos saben que fueron cómplices.
Desde aproximadamente 2016, todos los que no nos plegamos sin discusión al discurso estupidizante e irracional de la opresión de género, fuimos cancelados y expulsados de todos los foros.
Fuimos suprimidos de la discusión política quienes nos atrevimos a señalar que se trataba de una instalación artificial, hecha por los servicios de inteligencia en las universidades americanas, inflando pensadoras marginales la década del 70 cuyo denominador común era el resentimiento horizontal y la negación del conflicto de clases.
Cuando las voces moderadas y racionales del campo popular fueron acalladas, cuando no quedó lugar para la discusión inteligente y con argumentos, lo único que tuvo que hacer la ultraderecha fue crear una alternativa, igual de imbécil en lo conceptual, pero parada del otro lado.
Pero bueno, no hubo forma de instalar la racionalidad como eje de la discusión. Ganó el pensamiento grupal y la represión ideológica.
Se acalló a cualquier voz disidente, se suprimió cualquier matiz racional, se agredió incluso al punto de la percusión laboral y el despido.
Y ahora toca pagar las consecuencias.
Lo que el progresismo posmoide imbécil generalizó y aceptó como modo de suprimir el disenso, ahora se le vuelve en contra.
Y corren a BlueSky, con el mismo comportamiento de rebaño que nos trajo a este punto, "nosotros los buenos que pensamos lindo" huimos de "ellos los malos que piensan feo".
Tengo una sola reflexión al respecto: que me chupen bien la pija, manga de forros...
Sugerir que los discursos abortero o eutanático facilitan la explotación del pobre por el rico no es "pararse a medio camino". Es mirar la Luna en lugar del dedo que te la está señalando.
Insistir en que la violencia no es "de género" sino del física y económicamente fuerte contra el débil, no es ser "tibio", es llamar la atención sobre el fenómeno real en lugar de tratar de darle un uso sectorial.
Señalar que los cupos son injustos y favorecen la mediocridad en áreas clave no es "decir que las mujeres son mediocres", sino darse cuenta de que son utilizados siempre por oportunistas y que las mujeres talentosas no merecen esa devaluación de sus logros.
La Medalla Dirac es tal vez la mayor distinción que existe en el área de la física después del premio Nobel.
Acaba de anunciarse que este año la recibirán dos físicos argentinos del instituto Balseiro, los queridos Horario Casini y Marina Huerta.
Horacio y Marina ya habían sido premiados por la prestigiosa Simons foundation hace unos años.
En medio de un gobierno abiertamente hostil hacia la ciencia argentina, cuyo presidente nos ha insultado cada vez que ha tenido oportunidad, esto es una caricia al alma para todos nosotros.
@pthenq1 justo hace unos días Navarro decía lo mismo. Yo lo entendí hace años cuando dejé twitter: debatir de buena fe los discursos locos es degradar la democracia.
Se trata de la tercera novela de la trilogía de "El problema de los tres cuerpos". Es bastante más larga que las anteriores, y el autor se ocupa de temas marcadamente diferentes.
Si la primera novela hablaba de como el resentimiento da forma a las interacciones sociales y a la historia humana, y la segunda acerca de la autocomplacencia de la especie y el derecho del individuo a vivir la propia vida, el cierre de la trilogía nos pone ante la finitud del universo y la actitud de los seres humanos frente a eso.
Empieza con esa escena maravillosa en la que un moribundo decide regalarle una estrella a una mujer a la que siempre amó en secreto.
Luego, en una serie de episodios no relacionados, ambos son propulsados hacia el futuro y terminan en órbita de la estrella mencionada, pero no pueden encontrarse.
Me parece una historia bellísima, y un poco injusta también, porque a pesar de que ambos viven casi hasta el fin del universo, nunca logran estar juntos.
Se habla en la novela de varios temas científicos, entre los cuales el más relevante es la dimensionalidad del universo.
El número de dimensiones del universo es el número de direcciones en las que nos podemos mover, o también el número de extensiones diferentes que puede tener un objeto.
Decimos que el universo tiene tres dimensiones porque los objetos tienen alto, ancho y espesor. O cuatro, porque también tienen duración.
Sin embargo, los objetos podrían tener dimensiones extra que fueran demasiado pequeñas para verlas. La teoría de cuerdas predice que el universo tiene al menos diez dimensiones, de las cuales solo cuatro son macroscópicas, visibles a nuestra escala.
En el libro, la prostituta de Bizancio y luego los tripulantes de la Espacio Azul, pueden entrar a una zona del universo donde hay cuatro dimensiones macroscópicas.
Al hacerlo, son capaces de acceder al interior de los objetos tridimensionales.
Para entender esto, supongamos que dibujamos personajes bidimensionales que viven en un plano.
Si nuestros personajes se paran uno frente a otro, se verían mutuamente sólo como una línea. Pero si alguien los sacara del plano, podrían ver a su interlocutor "desde arriba", lo que les permitiría ver sus órganos internos.
Eso les pasa a los protagonistas de la novela, aunque en los hechos es muy difícil que un cerebro preparado para el procesamiento de imágenes tridimensionales, como el nuestro, pudiera entender una imagen tetradimensional.
Otro tema del que se habla es la velocidad de la luz y los agujeros negros.
Un agujero negro es un objeto tan pesado que su velocidad de escape es mayor que la de la luz.
Si nos paramos en su superficie y arrojamos algo hacia arriba, es imposible hacer que se aleje indefinidamente del agujero negro, indefectiblemente llega a una altura máxima y luego cae. Incluso con un rayo de luz pasa eso.
En la novela, se logra convertir un sistema solar en un agujero negro disminuyendo la velocidad de la luz al punto de que sea menor que la velocidad de escape de la estrella.
Hay varios problemas con esto. Primero que el interior de los agujeros negros es bastante antinatural, el futuro está en un lugar físico en el centro del agujero en lugar de ser algo que hay que esperar que llegue. Por otro lado, con una velocidad de la luz menor, toda la química cambiaría y es probable que la vida fuera imposible.
Y finalmente el tercer tema científico del que se habla es la propulsión por curvatura.
La idea de la propulsión de curvatura es que, si queremos mover una taza de un extremos de la mesa al otro, una opción es arrastrar la taza sobre la mesa, pero otra opción es hacer que la meza crezca o se estire detrás de la taza, mientras se contrae delante de ella.
De este modo, moveríamos un objeto sin moverlo en realidad.
Este tipo de "movimiento sin movimiento" fue propuesto hace varias décadas por el físico mexicano Miguel Alcubierre y, si bien parece bastante difícil de lograr, permitiría a un objeto cambiar su posición a velocidades hiperlumínicas.
Para cerrar, me gustó la novela (si bien me parece que el autor tenía planeada una tetralogía y terminó condensando todo el final en un solo tomo).
Es un ejemplo muy bonito de ciencia ficción "dura" en la tradición de la edad de oro americana, tan olvidada por autores demasiado pagados de si mismos y editores demasiado ávidos de moneda.
Es bueno ver que el género renace en China, nos dice algo sobre la historia futura que no está dicho explícitamente en el libro: el futuro no va a hablar inglés.
Tengo un defecto importante: discrimino a los pelotudos. Posta, los trato muy mal. Lo hablé en terapia pero no pude resolverlo, porque el terapeuta era un pelotudo. Así que si sos uno, no me sigas, yo no te sigo, y todos felices.#nobotEtiquetas #LecturaMastodontica #NerdPorn #NerdNews #DiccionarioMastodontico #Microcuentos