Es increíble lo rotísima que está la búsqueda de Google.
Estaba buscando alguna fuente que confirmase una afirmación que he leído en internet y literalmente la primera página de resultados era el mismo capítulo del mismo podcast colgado por diferentes webs. Ni un sólo resultado que no fuera ese.
¿Recordáis como cuando aparecieron los primeros vehículos eléctricos mucha gente los criticaba porque al no hacer ruído aumentarían el número de atropellos, especialmente entre los niños?
¿Habéis oído ese miedo al atropello de niños aplicado a vehículos muy altos como los SUVs y las pickups, los dos tipos de coche que más están creciendo en ventas?
¿No? Yo tampoco.
Y sin embargo el número de muertes de niños en USA por atropellos frontales ha crecido un 3800% en los últimos 30 años.
Por si el lunes no era lo bastante lunes, lo del cerdo* infiltrado que ha publicado @La_Directa y @ElSaltoDiario ya me ha acabado de encabronar. Lo de engañar a gente para que se acueste contigo y poder infiltrate en un grupo de gente cuyo único objetivo es hacer un mundo mejor para todes y eso es, por lo visto, terrorismo.
Recordad: NINGÚN policía es tu amigo. Ninguno. Cero. Nada. Null.
Una de las cosas que más leo por #mastodon es que aquí, a diferencia de #tuiter, el #like no sirve para alimentar ningún algoritmo y sólo sirve para mostrar tu apreciación a quien haya escrito el toot.
Esto es verdad a medias: no alimenta ningún algoritmo, pero aquellos toots que marquéis como favoritos se quedan como una base de datos que sirve para buscar palabras en el buscador de Mastodon.
Es decir, si veis un toot que os gusta y más adelante queréis buscarlo, marcadlo como favorito.
Desde que Keynes lanzara sus predicciones no solo ha aumentado la productividad, también se han producido dos fenómenos a tener en cuenta; la entrada masiva de la mujer en la fuerza laboral y grandes avances en el campo de la automatización y robotización.
Y sin embargo no estamos cerca de esas prometidas 15 horas semanales de trabajo.
Keynes no lo entendía; no se trataba de que el obrero puediese producir lo que necesitaba. Se trataba de crecer a toda costa, y para eso hay que consumir.
Las predicciones fallidas de Keynes han espoleado discusiones entre economistas y sociólogos. Algunos han llegado a defender que desde 1930 la esperanza de vida se ha incrementado en 20 años, de los que buena parte se pasan disfrutando de la jubilación (Crafts, 2021).
Sin embargo la realidad parece empeñada en desmontar este relato.
Porque desde hace décadas cada vez más y más gente se ve forzada a seguir trabajando más allá de la edad de jubilación.
En 2015 el CDC publicaba un extenso estudio sobre esto. Las conclusiones y las perspectivas no eran buenas.
Entre 1994 y 2014 el número de trabajadores mayores de 65 años se había duplicado, como también se había más que duplicado el número de trabajadores mayores de 75 años:
El desmantelamiento del estado del bienestar en EEUU ha tenido como consecuencia que cada vez más y más trabajadores ancianos permanezcan o se reincorporen al mercado laboral ante la imposibilidad de pagar sus facturas. Trabajar hasta morir, ¿no iba de eso el sueño americano?
Y no estamos hablando de personas mayores que eligen un trabajo a jornada parcial para suplir su pensión, no. La tendencia ha ido en el sentido inverso, cada vez más y más personas en edad de jubilarse se ven forzadas a trabajar en empleos a tiempo completo:
Y esto tiene sus consecuencias; a partir de los 65 años el número de accidentes mortales en el lugar de trabajo se dispara, siendo casi seis veces mayor que en el caso de las personas trabajadores de mediana edad:
Se proyecta que este fenómeno continúe a medida que la población vaya envejeciendo.
No debería ser así. Cada vez producimos más, cada vez los trabajos están más automatizados. Y no obstante, hemos creado una sociedad en la que debemos trabajar hasta morir, porque aquello que necesitamos para vivir está en manos de grandes corporaciones que cada vez lo ponen más y más caro.
No debería ser así. Podríamos tener nuestras necesidades garantizadas trabajando una fracción del tiempo que trabajamos, sin incinerar el planeta en el proceso. Pero el capitalismo rampante, el imperativo del crecimiento, la desigualdad, el consumismo y la vacua promesa del éxito nos mantienen atados a nuestros puestos de trabajo hasta el último aliento.
Hay que acabar con el sistema antes de que el sistema acabe con nosotros.
En 1930 en economista británico John Maynard Keynes publicaba "Economic Possibilities for our Grandchildren", donde, atendiendo a los avances en productividad laboral, predecía que para 2030 los trabajadores tendrían que trabajar de media 15 horas a la semana para tener cubiertas sus necesidades.
15 horas semanales. 3 horas al día.
A día de hoy un trabajador estadounidense trabaja las mismas horas que en 1938. Y no parece que vaya a mejorar.
Ya sé que #RaspberryPi son ahora una empresa de #copware y, aunque no les voy a volver a comprar nada, lo cierto es que tengo una raspi criando polvo en un cajón y me gustaría darle algún uso guay, así que acepto sugerencias.
(nota: no, no quiero selfhostear nada)
[edito: si podéis hacer #boost para que llegue a más gente os lo agradecería mil]
Una cosa que quizá haya pasado desapercibida entre el revuelo causado por #QElon siendo abucheado en el show de Chapelle y su posterior meltdown baneando la cuenta de ElonJet y a un montón de periodistas y todas las instancias de mastodon es el tema de que Musk ha vendido esta semana acciones de Tesla por valor de 3.500 millones de dólares.