Mí viejo,electricista de obro laburando a rayos de sol con este verano infernal.
Menos mal que no seguí sus pasos, aunque igual él nos llevaba a laburar porque hacían falta manos. ¡Cómo odiaba tener que ir! Pero igual, que anécdotas increíbles me dejó haber trabajado de adolescente en la construcción, en la total ilegalidad por supuesto.
Una vez vino una inspección de AFIP al edificio donde laburabamos. La mitad de los albañiles, yo, mí hno, tío y abuelo, escondidos en el tanque de agua, ja!