A todos estos problemas legales se sumaron los diferentes tipejos con los que se juntó durante aquellos años, animales que la maltrataron, abusaron y se aprovecharon económicamente de ella.
Y todo ello cristalizado en una cada vez más acentuada adicción a la heroína.
La droga y el alcohol afectaron a su voz que fue volviéndose más ronca y oscura.
Pero lo que perdía, lo ganaba en emoción e interpretación.