Notices by La Historieta Musical (Jesús) (lahistorietamusical@mastodon.social), page 2

Vivió demasiado rápido, sufrió a la vista de todos y murió demasiado joven. Casi como si hubiera estado destinada a ser un mito.

Pero detrás del mito había una persona llena de muchísimo talento. Y eso lo olvidó demasiada gente.

Hoy, en #LaHistorietaMusical, Amy Winehouse.

#LaHistorietaMusical #amywinehouse #clubdelos27 #mitosdelrock

📢Aquí os cuento una cosita muy chula sobre el libro (que igual algunos ya sabéis).

Y es que hemos hecho un libro que no solo se lee sino que se escucha. 📖🎧 Atentos al vídeo y entenderéis a que me refiero. 😉

¡Y os recuerdo que mañana lo tenéis en librerías! 🎉🎉

@victorhck tendré que hacerlo!

Fue una pieza indispensable en el engranaje que llevó al éxito a cuatro chavales de Liverpool. Y años después, quiso rendirles su propio homenaje.

O quizás fue un homenaje a sí mismo.😅

Hoy, en una #pildorilladeverano de #LaHistorietaMusical, "In my life" de George Martin.

#LaHistorietaMusical #TheBeatles #GeorgeMartin #inmylife

@victorhck jejeje pues espero que te gustara!

La canción comienza con unos arpegios de guitarra a los que pronto se une una batería que suena un poco a jazz.

Es un principio suave, que para nada anticipa lo que está por venir en los próximos minutos.

Pero sí anticipa lo que le pasó a esta banda en apenas cinco años.

Hay canciones que parecen anticiparse a lo que cuentan. Y que cuentan más de lo que parecen decir a simple vista.

Y esta canción nos habló de un final, a pesar de nacer en un principio.

En el cierre de esta temporada de #LaHistorietaMusical hablaré de The End.

Hoy, The Doors.

#TheDoors #JimMorrison #LaHistorietaMusical #años60 #clubdelos27

Finales de los 60 es una época que me fascina.

Pasaron muchas cosas. Comenzaron muchas cosas, aunque la mayoría tuvieran un rápido final.

Parecía que el mundo iba a cambiar y la juventud americana se lanzó a ello.

Y lo expresó con música.

Y nació la psicodelia.

Fueron muchas las bandas que surgieron o crecieron alrededor de este movimiento, desde The Byrds a Jefferson Airplane, Lovin Spoonful, The Mamas and The Papas, Grateful Dead o Janis.

Y los británicos ya habían desembarcado en EEUU para unirse a la fiesta. Y Hendrix viajó a Londres.

En 1967 la contracultura americana, nieta del blues y el folk, hija de los beatniks, se fortaleció alrededor de un pacifismo nacido contra la guerra de Vietnam.

Como si rescataran el lema de Crowley, los hippies soñaron con hacer su propia voluntad.

Y llegó el verano del amor.

Pronto se les unieron John Densmore a la batería y Robbie Krieger a la guitarra, ambos músicos que venían del jazz.

Y eso es una de las particularidades de The Doors: mientras otras bandas de la psicodelia bebían del folk, ellos eran más jazzeros en sus estructuras.

Y bluseros.

Y es en este contexto que en una playa de California, dos antiguos compañeros de clase, Ray Manzarek y James Morrison se reencuentran.

Como la voz va encontrándose con el órgano en esta estrofa.

Y de aquello nació una de las bandas míticas de aquella época.

Y la más atípica.

Las letras y melodías vocales que Jim aportó conjugaron perfectamente con el sentido psicodélico del órgano de Manzarek y el ritmo que imprimieron Densmore y Krieger.

Y tras dos actuaciones en el famoso Whisky-a-go-go fueron fichados por Elektra para un primer disco glorioso.

Pero no sólo eso: también había una diferencia en el mensaje.

No era solo a lo que sonaban, sino lo que decían.

Más oscuros y nihilistas, la aportación de Morrison fue un corpus poético con letras que bebían de William Blake o Rimbaud.

Porque Jim era poeta antes que cantante.

Aún rehuyendo del camino al que le empujaban compañeros y discográfica, Jim se volvió figura sexual, emblema del rock y símbolo de artista atormentado.

Mientras, el grupo sacaba un segundo disco, "Strange days", con menos éxito que el primero.

Fueron días extraños, sí.

Su debut homónimo, entre homenajes a Kurt Weill y canciones que incitaban a la búsqueda de la experiencia mistica personal en contra del hedonismo colectivo de la época, fue algo diferente que sorprendió a muchos.

Quizás el primero al propio Jim, convertido en icono de repente.

Jim cabalgaba la serpiente del alcohol y las drogas, y en ese camino sentía que cada nuevo éxito del grupo era una traición a si mismo.

"Waiting for the sun", su tercer álbum, mostraba una banda más oscura, donde brillaba aquel alegato anti-Vietnam que fue "The Unkown Soldier".

Desde sus inicios en aquel Whisky-a-go-go, ya buscaban una experiencia chamánica colectiva con la que habían adquirido fama de polémicos.

Y una de las bases de esa fama había sido precisamente este The End donde cierta frase, censurada en el disco, les trajo muchos problemas.

Mientras el grupo lidiaba con los problemas de un Jim cada vez más incontrolable, los problemas en los conciertos se sucedían.

Porque los conciertos de The Doors no eran un mero recital para promocionar las ventas de un LP.

Eran una experiencia más inmersiva que contemplativa.

Una frase que suponía el clímax de la canción antes de su final intenso y apoteósico.

El asesino que recorre el camino hasta llegar a sus padres.

El anuncio del deseo de asesinar al padre y de cohabitar con su madre.

Edipo hecho rock y furia.

La rabia y la destrucción del yo.