Me lanzan un mensaje (no sé muy bien si desde dentro de España o desde fuera) manifestando que "observo que en eso están todos los españoles de acuerdo, todos quieren a los inmigrantes ilegales, pero bien lejos". Y no. Ni de coña. No es el sentir de todos los españoles.
Yo vivo en el distrito de Carabanchel, que tiene unos 300.000 habitantes. Uno de cada cinco habitantes no nació en España, y es maravilloso porque tienen orígenes humildes, no son pijos de países ricos que vienen a fingir que teletrabajan ni a gentrificar nuestros barrios. Son migrantes, familias en busca de una vida mejor, esperanzas empaquetadas en un piso.
Tenemos de todos los países de suramérica, en particular ecuatorianos, pero también bolivianos, colombianos, peruanos o brasileños. Del este hay rumanos. De áfrica tenemos muchos marroquíes, e incluso tenemos una población china que crece mes a mes. Cada año celebramos el mundialito de la inmigración, que es un torneo amistoso de fútbol que nos encanta incluso a los que el fútbol nos da igual (en parte porque no va de eso).
Hemos logrado una integración maravillosa, sin barrios exclusivos de un país, y no tenemos conflictos importantes. ¡Bienvenidos inmigrantes! Nos enriquecéis cada día. 😘