Luis Marín, cantaor rondeño afincado en Madrid, fue uno de esos artistas comprometidos con la libertad, con la democracia y con el pueblo.
Y murió atropellado en un "desafortunado accidente" en el Paseo de Calvo Sotelo, actual Paseo de Recoletos, cuando un vehículo "ocupado por individuos vestidos de militares" le pasó por encima a toda velocidad el 20 de junio de 1978, mientras el resto de España gozaba de la ejemplar e incruenta transición que nos llevaría a la Constitución y al Estado de derecho.
Cualquier teoría conspirativa al respecto es totalmente infundada, ya os lo digo.
Vale. Ahora tendré que aprender cómo funciona esto de las interrupciones, porque me parece que el caudalímetro no trabaja igual que otros sensores, y por lo tanto tendré que averiguar qué modo de interrupción es el que más me interesa utilizar de los... CINCO que hay. 😅
Ya ves, a mí con el timo del WhatsApp... Yo, que tengo dicho que en carretera no recojo ni a la Virgen María que se me aparezca con el niño Jesús en brazos.
(...)el pasado 6 de diciembre, Día de la Constitución Española, un grupo de personas de la localidad, entre las que se encontraban menores, se acercaron varias veces por la noche a la sede del PSOE de Añora, la Casa del Pueblo. En el exterior se profirieron gritos de 'Viva Franco', 'Viva Vox' y se cantó el himno falangista Cara al sol.(...)
Hace 44 años yo era un crío asustado que llegaba por primera vez a Barcelona, precisamente la víspera del día de Reyes. En el camino había visto por primera vez la nieve, en una nevada histórica que nos había tenido varias horas retenido en la autopista.
Llegamos a Barcelona de noche, con todos nuestros enseres metidos en un SEAT 127. Después de descargar y subir a un piso que no conocía, pero que al parecer era nuestra nueva casa, mi hermano y yo nos acostamos en camas extrañas, aunque la tensión del largo viaje, de ver camiones resbalar hasta las cunetas sobre el hielo y el pronóstico de una vida nueva e incierta, y que, joder, era la noche de Reyes, nos iban a impedir dormir.
A la mañana siguiente, unos esforzados reyes magos nos habían dejado sendos hovercraft de TENTE, y en aquel momento nos pareció un regalo algo decepcionante, porque no podíamos tener en cuenta el esfuerzo económico y organizativo que aquellos reyes habían hecho para que, en medio de aquella vorágine, pudiéramos tener al menos un regalo aquel año.
Al mes siguiente, a un coronel de la guardia civil le dio por secuestrar al Congreso de los diputados. Durante horas no sabíamos si tendríamos que guardar nuestros hovercrafts y salir pitando hacia la frontera francesa.
Si busco bien entre mis cosas, seguro que encuentro todavía las piezas para poder montarlo, y tal vez lo haga como recordatorio de tiempos felizmente superados.
Me cuesta entender cómo en cosa de dos semanas nos hemos podido beber dos botellas enteras de Pedro Ximénez y una de crema de pionono, nosotros que prácticamente no bebemos en todo el año una gota de alcohol.
@francescxavier@Javichi La esposa no era nadie, no era nada. Su valor venía determinado por su capacidad para procrear y para trabajar en la casa y/o el campo. Por cierto, el marido no tenía por qué someterse a ninguna ordalía, ya que estaba en su derecho de follarse a quien quisiera, excepción hecha de las mujeres de los demás. En la mayor parte de los casos, cuando una esposa no tenía descendencia en los dos o tres primeros años del matrimonio, ya podía darse por muerta o repudiada (con suerte), porque el marido no tenía tiempo que perder y la vida era mucho más breve que ahora.