La dura tarea de separarse de algo en que no debió haber sucedido.

En estas semanas y últimos meses hemos comentado por !p4g y !bobinas la necesidad de tomar precauciones (digamos muy importantes) por si sucede algo "con el famoso" #systemd, ya que está ganando o abarcando demasiadas tareas que no estaban ni definidas ni incluidas, pero lo está tomando como algo omnipresente e indiscutible. Incluso por los mismos reportes de fallos que se publican periódicamente. Significa esto que queda bastante patente el día si falla algo del propio systemd puede dejarnos prácticamente el 99% sin opciones y sin soluciones.

Por ahora son muy pocas las distribuciones que se hayan saltado de forma automática y casi ciega al systemd que muestra desde Red Hat a los demás, como si de una orquesta que dirige o cree componer con todos los demás pero está sonando demasiado los pitos, los solos y sobre todo hasta la melodía en todo el conjunto.

Digo esto por que hoy he visto algunas excelentes cualidades de OpenSUSE, pero sin duda veo que sigue al pie del cañón con #systemd, y me pregunto que tanto "le costará" rehacer todo su trabajo para no tener absoluta dependencia con el mismo, si bien con #openrc o cualquier otro método, debería considerar ahora que es a tiempo y sobre todo sin consecuencias. Y ya sabemos que las empresas en serios servicios y compromisos con ellos pues "deben" tener la seguridad, el respaldo, la alternativa y sobre todo la viabilidad de que todo funcione a la más mínima sin esfuerzo, y nombre de la casa.

Por otro lado, las distros mas "pesadas" (de cara al usuario novel) como son #Slackware y #Gentoo (o #Funtoo que es algo mas cómoda) siguen en su excelente camino de mantener sus originales filosofías de base. Ni systemd está exclusivamente en sus tripas, ni nada les ata ni les defiende de nada.

Sospecho muy ponto habrá que hacer un "canto de sirenas" para despertar conciencias, responsabilidades, medidas preventivas, y primeros pasos antes que suceda lo que se sabía que bien podía suceder.