Tengo varias ideas para escribir en Ágora, pero mi ánimo solo me permite lamentar. No hay más manera de resistir. Esta noche el gobierno golpista instalado a fuerza - no utilizó armas convencionales, fue más ingenioso, pues sería muy evidente - en Brasil aprobó la entrega de la más grande reserva de petróleo descubierta recientemente. Sin mojarse. El multimillonario de derecha que acaba de ser elegido alcalde de São Paulo propuso que la gente tenga citas médicas durante la noche y la madrugada para no perder horas de trabajo. Anexionó una propiedad pública a su area privada, fue condenado a devolverla, pero se hizo el tonto durante la campaña electoral - con enorme complicidad de los medios de comunicación. Y fue elegido en primera vuelta, sin manchar sus suéteres de pelo de cabra del Himalaia en la periferia de la ciudad. Como el golpe no ha terminado, viene mucho más. No os voy a cansar. Ya no creo ni que la historia un día reconozca el inicio del fascismo en Brasil.