1. Descolonizar el pensamiento consiste, a grandes rasgos, en reconocernos como cultura, conocer bien nuestra historia y valorar quienes somos al día de hoy, a partir de la revaloración de todo aquello que fue prohibido o negado durante la colonia.
2. Considero que requerirá del trabajo conjunto de la sociedad, tanto de académicos como de políticos y sociedad en general.
3. Habrá que lograr evitar caer en sesgos cognitivos que nos impidan reconocer la realidad.
Otro texto que recomiendo, que me gustó mucho, sobre todo porque me hizo reflexionar sobre qué tan profundo puede arraigarse en la psique humana una imposición mental es este de Quijano:
Muchas gracias por los autores Manuel, ¿podrías comentar más sobre su pensamiento? Son autores que no conozco, la verdad, pero no sólo por mi, sino porque seguro leer sobre sus ideas enriquecerá mucho este espacio 😍.
@Maya@maperal@tonatiuhmira@tivke@carlombas@monmac@ElDiabloRoboc@H156ae@huitlacoche@Az1fr3@fede La Historia de nuestros pueblos merece ser contada por sus protagonistas, de nada vale escuchar siempre la misma letra, hace falta una historia contada por indios, mulatos, nativos de toda índole, donde cuenten lo humano que eran en sus culturas virgenes, de que civilizados eran a su manera, sí, porque para muchos la colonización trajo prósperidad, y sin embargo trajo el retroceso de la cultura autóctona, de la idiosincracia natural de cada pueblo. La historia merece democratizarse y volverse más justa al conocernos de donde somos y de donde venimos. #Descolonización#Cultura#Pensamiento#AméricaLatina#TertuliaBiSemanal
Por ejemplo, está Paulo Freire que plantea el asunto de la pedagogía bancaria, es decir una que es repetitiva y que genera "dividendos". Una donde no existe un proceso enseñanza-aprendizaje bidireccional. El alumno absorbe lo que el maestro diga.
En ese sentido, este tipo de educación genera mentes opacas y obedientes. Por lo que, Freire plantea una enseñanza donde maestro y alumno aprenden uno del otro y en un proceso en conjunto.
No hay dominante ni dominado, va de acuerdo con la idea de la descolonización mental.
Si, justamente toda esta escuela de la descolonización habla de cuánto se ha "manipulado" la historia para que se enseñe bajo ciertos esquemas que muestren quienes son los poderosos, los hábiles, los que dominan al mundo. Cualquier otra versión, no es aceptada pues implicaría que los dominados serían capaces de emanciparse.
Descolonizar el pensamiento requiere de un verdadero cambio desde la mera raíz, desde el fundamento.
Hay que empezar por reconocer que estamos enseñando conocimientos que fueron impuestos desde afuera, que no nos pertenecen. Somos una mezcla de pueblos originarios y conquistadores, somos una amalgama con características propias y únicas.
Fuimos "adiestrados" para creer que quienes tienen derecho a sobresalir son los europeos, quienes tienen derecho a un salario son los blancos, no los indígenas, esos son la servidumbre, o los negros los esclavos.
En nuestras universidades vemos el pensamiento colonialista, eurocentrista. Enfocado en reproducir lo que los dominadores impusieron por siglos sobre nuestras culturas como lo valioso.
Ya no se trata de reproducir lo existente o de crear "sucursales", mucho menos de comprar o pagar regalías por los inventos de otros, sino de crear nuestros propios inventos y usarlos. Generar empresa nacional que use la ciencia y tecnología nacional. Fortalecer nuestra autonomía.
Las universidades en este momento se limitan a enseñar lo que se tiene del mundo imperialista y a reproducirlo.
Las universidades deben convertirse en centros creativos y de descubrimiento.
Dejar de aplicar las recetas de otros países en el nuestro que nada tiene que ver con sus realidades.
Esta es una etapa del capitalismo mercantil donde se intercambiaron bienes y cultura. Por ejemplo, el 90% de los tubérculos como la papa o el camote son originarios de América, así como el chocolate (xocolatl) o el tomate (xictomatl).
Finalmente, llegamos al punto en el cual dejamos de ser colonia en términos de la ocupación y las obligaciones legales hasta el siglo XIX.
Sin embargo, pese a la soberanía política, no somos independientes ni soberanos. Tanto en lo científico, tecnológico y militar, somos colonia. Contamos con infraestructura atrasada y somos fundamentalmente dependientes.
La segunda emancipación consistiría en liberarnos del yugo mental impuesto por los colonizadores.
Según Dussel, esta emancipación se está produciendo ante nuestros ojos. Así como el siglo XVII fue el preparatorio para las independencias, el siglo XXI sea el preparatorio para la independencia real, mental, para la soberanía.
En la segunda emancipación, deberemos ser capaces de poder CREAR.
Crear nuestra ciencia y tecnología, nuestro pensamiento y filosofía, todo de acuerdo a nuestro contexto y nuestras necesidades.
Ahora, entremos en materia. Todo lo anterior sólo fue el contexto para hablar de la descolonización mental.
Dussel habla de una primera emancipación que está casi lista, la de quitarnos el yugo del dominio militar o por la fuerza. Está casi lograda, pues muchos pueblos latinoamericanos se han visto obligados a ceder ante muchas potencias en los tratados comerciales altamente desfavorables.
En ese sentido, la colonización desea permaneces con otros medios y formas modernas de dominación.