"El Pueblo Mapuche sostiene que una de las facetas de todo este modelo es un ocio perverso que busca en un turismo inconsciente, desafiar a pu newen (fuerzas) de la naturaleza. Por este motivo a quienes alzaron r谩pidamente la voz en contra del sitio sagrado no les molesta que millones de hect谩reas de Patagonia est茅n en manos de extranjeros como Benetton o Lewis, porque el problema no es la soberan铆a, sino el miedo a no poder seguir explotando, expropiando y extrayendo recursos a su antojo.
Esta no es solo una discusi贸n del Pueblo Mapuche, es la constante tensi贸n entre el capital y la vida, entre formas de habitar basadas en la interdependencia y la ecodependencia y formas individualistas y antropoc茅ntricas que solo piensan en el lucro y el uso indiscriminado de los bienes comunes convertidos en recursos, y de los territorios, convertidos en espacios tur铆sticos a los que se cobra por ingresar. No es una discusi贸n del pasado que atenta contra el progreso, es una de las discusiones de mayor actualidad en el marco de la crisis ambiental y civilizatoria que atraviesa nuestro planeta. "
Me gusta hacer pan o pizzas los fines de semana. Para m铆 envuelve muchas cosas.
Por un lado es un alimento tan simple, con solo tres ingredientes b谩sicos, pero a la vez tan completo y nutritivo. Cualquier comida queda rica con pan.
Por otro lado, me parecen fascinantes todos los procesos que ocurren durante la producci贸n: la acci贸n de las levaduras, la qu铆mica de la fermentaci贸n, la formaci贸n del gluten.
Por 煤ltimo, la experiencia. El hecho de crear algo uno mismo, el placer de usar las manos, sentir con la piel si esta bien hidratado o le falta humedad, la textura, la tensi贸n de la masa. Ver como se van transformando los elementos. Sentir el aroma cuando sale del horno y ver la reacci贸n de los otros y de uno mismo al probarlo.