Cuando un jueves a las 10 de la noche se acuerda que tenía que llevar un mapa y le cuento que en la antigüedad uno tenía que salir a la papelería que milagrosamente seguía abierta, o calcar un mapa del año anterior, o encontrar un amigo que de suerte llevara dos.
Pero que ahora la vida moderna de la interñe permite descargar e imprimir cualquier mapa (inexacto por cierto), o cualquier monografía de algún personaje tan falso como los monitos de los tazos.
Me preguntó qué es un tazo.