El desarrollo de la inteligencia artificial permite que los abogados aleguemos que NINGUNA prueba digital es válida sin un refrendo humano. Es decir, la prueba digital debe ser evaluada por un perito: los sentidos del juez pueden engañarle.
Qué cosas, el avance de la digitalización hace que retrocedamos dos siglos. Sin pruebas digitales, solo nos quedan los testigos y las pruebas de toda la vida.