Gioconda Belli Pereira (Managua, 9 de diciembre de 1948- ) es una poeta y novelista nicaragüense, quien fue despojada de esta nacionalidad en 2023 y adoptó la chilena y posteriormente en 2024 la española. Hoy os invito a escuchar su vida y su obra. https://literatube.com/w/6iqtRycQu6dQ2zjE8CuTcX #poesia#Literatube#GiocondaBelli
si entregamos lo vivo a lo pautado si renunciamos a que se vacíe el tiempo y la obligación si reservamos la espita para los días señalados por nadie en la rueda si ya veremos cuando se pueda estoy roto quizás mañana lo vamos viendo si la excusa siempre es con lo común y solo nos queda la jura de bandera si no llegamos porque no podemos salir de nuestras casillas si solo nos preocupa cumplir con los fantasmas del logro si las manos pierden su condición suiza y ya no pueden pesar excavar tañer cortar alegrarse si justificamos la usura si defendemos la línea recta si criamos futuros niños dóciles mientras acortamos la infancia si admiramos el trono de huesos en sus infinitas versiones edulcoradas si no tenemos secretos ni misterios si el monstruo es otro de colores si la funda del tuba guarda una tuba si el envoltorio es suficiente para qué el caramelo y la carne y sus caprichos tan sucios si no entendemos pero acatamos si olvidamos amasar la arcilla o la temperatura del horno de pan si hay demasiados peros en el árbol metálico de la rutina si la losa vive de esta acumulación de tareas impuestas a la hormiga si creemos que el margen nos mata cómo vamos a encontrarnos en ese afuera que jamás será suyo
no pretendo que esta lista nos aturda solo quiero jugar a lo incompleto dejo la puerta dispuesta pintada de pálpito los goznes sin rebuzno la promesa de una mesa para contar cómo fue vivir cargados de planes imposibles
terminarnos en donde comienza el otro y el silencio permitir el hueco y la erosión trabajar fuera del trabajo hacer al ritmo de la retama al compás del llanto y el bostezo de lo que brota para mutar acabar rebañar dar la mano poner el cuerpo delante la caricia manchar de tierra la boca dejar de usar las palabras arrojarlas para que nombren y descubran que se quiebre la inercia de lo visto sin ser mirado ese cancro de oro que nos pudre cerrar los zurrones a la plaga juntar en la herida común el alivio para el daño borrón de estar imperativos terminar el pan hacer liviano el rito retornar al ensalmo de no creer en el cebo dispuesto sobre la mesa muleta viacrucis para el corazón unificado
Hemos seguido el rastro hasta aquí, hasta este túmulo de cuerpos rotos, de mentes gruyer, demadiadas huellas encaminándonos a lo dócil, una luz y un olor de fondo, un cebo que sirve para todos las culpas, la promesa de un refugio, de un hogar, de un entendimiento; pero el corazón del mundo es este túmulo, esta mirada hundida, el hastío de haber seguido a rajatabla los senderos para llegar a esta montaña de muerte.
La cima corazón del mundo es esta, no terminar nunca lo que se empezó sin nosotros.
que lo pop y lo próximo y la promesa y las corrientes y los molinos y los caimanes que cantan para que te tumbes en sus fauces no te quiten la querencia ni las ganas de cerrar el cuerpo la boca las ventanas de la casa que tanto trabajo costó levantar para que no entren comerciales del alambre y el equilibrio precario de ser a la vez combustible y hambre
que el ruido de lo vivaz no te despiste del escombro
contemplar las ruinas me recuerda que otros antes lo intentaron
lo vivo no necesita marcas para acabar en lo suficiente
me conformo con las pistas con el hueco que queda recién abandonado en mitad con restos sutiles de que aún vive gente dentro de las inercias y los trajes donde se acaba lo civilizado hasta la médula de los días sabe que ya no se puede respirar de este aire infecto a jirones que el escozor en la garganta es una congestión de palabras desposeídas de la capacidad de ser llave y sombra y refugio palabras con el sonido extirpado palabras que levantan frases que sostienen la peonza que zumba y nos aturde y nos deja criaturas expuestas en medio del rumbo voluntarios para el altar de las vivisecciones ruido de fondo mientras van terminando su por nuestro bien
me basta con la forma que tienen los huidos de moverse por las calles sin dejar huella ese rastro intangible que hace rabiar a los perros y nos dice a los rotos calma sigue andando busca en el fondo de los callejones sin salida el final y la puerta que desvela la casa en la que podemos sentarnos a hilvanar de nuevo los harapos en la lengua
como la vasija o la palma abiero el cuerpo sin canal ni sintonía no en las plazas fuertes en los rellanos aliento que nos retoma primera respiración paso que en su titubeo convoca a los rotos juego de teselas para hilvanar un rostro que no se defienda como la mano que se rinde y cae cuerpo dispuesto a su quietud a ser afectado por los murmullos bajo la tierratiempo entre los idos que conservan la inmensidad no contada lastre que desciende carne inerte que ya no necesita estar aquí para deshilacharse palabra que sin ser dicha deshace la zarza
claridad no explicaciones que cierren los cuerpos y los caminos un destello dirección veleta apreciar el esfuerzo del óxido de los que no conocieron el lastre no el peso uniforme de lo único no la tara en el molde maternal no el servicio reflejo a los prescriptores de vergüenza un fogonazo que sirva para atisbar el sendero retorcido que nos aleja de conformarnos un juego serio un dolor que se comparta dejar de utilizar la carne como material para la obra una candela para arrebujarnos hasta que pase la noche
El bosque de olivos en Jaén. Jaén levantaté brava, sobre tus piedras lunares, no vayas a ser exclava, con todos tus olivares. #viajes #poesia #miguelhernandez
que lo cuqui nos va a matar no lo woke ni lo progre ni lo weird ese lujo desmedido para pobres los sincuerpo lengua fuera deseo alfombra y renuncia que no es nuestro ese espacio de caldera con hambre estricta incapaz de faltar ni una hora a su mordisco que hacen malabarismo con nuestra sangre que la dejarán caer al cubo cuando dejemos de ser piezas y nos quieran suculentos en sus bocas que lo cuqui es una vaina ostentosa en sus cinturas repujada de diamantes y dientes de leche en la que guardan la hoja con la que nos eviscerarán que desde la cuna aprenden los futuros operarios de la angustia cómo despiezar un cuerpo o la sospecha del banquete manirroto que para que no haya pérdida dejan en la linde del bosque antiguo el desperdicio como amenaza la señal de que se libraron por poco de que no pueden regresar no hay perdón para los que no quisieron ser cordero corazón en un puño actores para los que supieron huir de tanto brillo que nosotros los libertos tenemos mucho miedo pero nos contamos la espesura como un nuevo territorio dinde no se necesita la luz constante que la joya en el cuello es una guillotina
Soñé con el pino sobre la loma, recortado en rojos y naranjas, ya sombra y sugerencia. Esa imagen poderosísima de lo que devora la oscuridad mientras voy de vuelta a casa.
En el sueño detenía el coche en la cuneta y echaba andar hasta esa loma. En el sueño desaparecia, me disolvía, volvía a tener espacio en el pecho.
He dormido bien profundo. Se disfruta mucho esa pequeña muerte que nos lava.
Después de repasar la poesía que ha ido apareciendo por aquí en los últimos días (estoy contento, cada vez veo más y más variada) apuro el café, contemolo a Marcello acicalarse en el regazo, no hay plan para hoy, la vagancia y el vagabundeo son un buen trampolín. Veremos.
pasará fuera quizás en medio de lo sólido para demostrar que solo era una ruina sin memoria
fuera de las redes ya tejidas con la urdimbre de la yema y la soltura de la criatura que muta para alejarse de los desiertos civilizados
pasará en nosotros cuando perdamos agarre en la cornisa y la única dirección posible sea la caída hacia las fauces la desaparición dejando indicios para que lo próximo no cometa las mismas inercias