donde tanto el maestro como el estudiante aprenden, cuestionan, reflexionan y buscan los significados de la lectura, de las palabras, de los contextos, de las situaciones.
El individuo necesita ser capaz de indagar en su realidad personal y de su entorno; cuestionar su realidad histórica, social, su mundo.
La verdadera libertad sólo se adquiere cuando nuestra mente rompe las cadenas que nos fueron atando en nuestra vida, logrando poder ver más allá de lo inmediato, de lo que está escrito, de lo que se dice, de lo que aparenta ser.
Para aprender más, remítase a la ponencia:
LA EDUCACIÓN
LIBERADORA DE PAULO
FREIRE Y EL DESARROLLO
DEL PENSAMIENTO
http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/a5n26/5-26-8.pdf
Como adultos, nuestra educación está en nuestras manos.
n/n